Gestionar una herencia puede ser complicado, especialmente si no hay testamento. La declaración de herederos es un trámite clave para determinar quién hereda y evitar conflictos legales en el reparto de bienes.
Gestionar una herencia puede convertirse en un proceso largo y complicado si no se han tomado ciertas precauciones en vida. El fallecimiento de un familiar no solo supone una carga emocional, sino que también implica una serie de trámites administrativos que pueden retrasar el acceso a los bienes heredados. La situación se complica aún más cuando la persona no ha dejado testamento, lo que obliga a los familiares a iniciar un proceso para determinar quiénes son los herederos legítimos.
Hacer testamento es una de las formas más efectivas de simplificar la repartición de bienes y evitar problemas a los seres queridos. Sin embargo, cuando esto no sucede, se debe recurrir a la declaración de herederos, un procedimiento legal que permite establecer quiénes tienen derecho a heredar y en qué proporción. Este trámite, regulado por la legislación vigente, garantiza que los bienes del fallecido sean distribuidos de acuerdo con el orden sucesorio establecido por la ley.
Este documento se formaliza a través de un acta notarial, en la que se identifican a los herederos y se recoge la información necesaria para que puedan reclamar la herencia. Además de los documentos oficiales, es necesario que dos testigos avalen la relación familiar con el fallecido. El notario encargado del proceso también podrá solicitar pruebas adicionales si lo considera necesario para acreditar la legitimidad de los solicitantes.
Cómo hacer la declaración de herederos
Llevar a cabo este trámite requiere seguir una serie de pasos que garantizan su validez legal.
- Elección del notario: se debe acudir a un notario competente en el último domicilio del fallecido, en el lugar de su fallecimiento o en el sitio donde se encuentren la mayor parte de sus bienes.
- Presentación de documentos: se necesita el DNI del fallecido, certificado de defunción, certificado del Registro de Actos de Última Voluntad y libro de familia, entre otros.
- Testigos: se requieren al menos dos testigos que confirmen la información presentada, sin que estos tengan interés directo en la herencia.
- Publicación del acta: una vez recopilada toda la documentación, se otorga un plazo de un mes para que cualquier persona con derechos sobre la herencia pueda presentar una oposición.
- Finalización del expediente: pasado el tiempo estipulado sin objeciones, el notario determina quiénes son los herederos legales y en qué proporción recibirán la herencia.
¿Cuándo es obligatoria y quién hereda si no hay testamento?
La declaración de herederos es obligatoria cuando no existe un testamento que determine la distribución de los bienes. Este procedimiento es fundamental para que los herederos puedan acceder a la herencia sin conflictos legales.
En caso de que el fallecido no haya dejado testamento, la ley establece un orden de herederos:
- Hijos y descendientes(nietos y bisnietos).
- Padres y ascendientes(abuelos).
- Cónyuge viudo, siempre que no estuviera separado legalmente.
- Hermanos y sobrinos.
- Parientes colaterales, como primos y tíos.
- El Estado, en caso de que no existan herederos legítimos.
Tomar medidas en vida facilita la gestión de los bienes tras el fallecimiento y evita complicaciones para los seres queridos. Optar por un testamento simplifica el proceso, pero cuando este no existe, la declaración de herederos es el recurso legal que permite designar a los beneficiarios legítimos.