Tienen similitudes con los préstamos tradicionales, pero también diferencias. Por ejemplo, permiten financiar el terreno y el banco no da el dinero de una sola vez
Las casas prefabricadas son una opción cada vez más habitual en nuestro país. No en vano, se construyen de forma rápida y, además, suelen ser más baratas que las casas tradicionales. Si necesitas financiación para comprar una de estas viviendas, debes tener en cuenta que una hipoteca para casa prefabricada cuenta con unas características diferentes a las hipotecas tradicionales.
Las casas prefabricadas se construyen de forma modular. Es decir, con piezas estandarizadas que se conectan entre sí sobre un terreno o suelo cimentado. De esta forma, solo hacen falta dos cosas:
Disponer de un terreno urbanizable.
Comprar la casa prefabricada e instalarla en el terreno en cuestión.
¿Cómo se paga una casa prefabricada?
La compra de una casa prefabricada es similar a la de cualquier otra vivienda. La principal diferencia consiste en que se suele comprar antes el terreno en donde queremos construir la vivienda. Una vez que ya contamos con el terreno en cuestión, solo tenemos que solicitar la hipoteca para la casa prefabricada.
Podemos pedir una hipoteca tanto para comprar el terreno como para la posterior construcción de la vivienda. Sin embargo, es más recomendable contar con el terreno de forma previa. ¿Por qué? Porque eso reduce la cantidad final de dinero que el banco nos tiene que prestar (solo necesitamos el dinero para la construcción), por lo que será más fácil que la entidad nos conceda el préstamo.
¿Cómo es una hipoteca para casa prefabricada?
Cuando vamos a pedir una hipoteca para una casa prefabricada debemos tener en cuenta que muchas condiciones serán similares a las de otras hipotecas.
Por ejemplo, lo más común será que la financiación no supere el 80% del precio de la casa, por lo que necesitaremos tener ahorrado el otro 20% restante y otro 10% adicional para completar el proceso de fin de obra. Además, el banco llevará a cabo un estudio de nuestro perfil financiero como cliente antes de decidir si nos concede o no la hipoteca.
Sin embargo, la principal diferencia que tiene una hipoteca para casa prefabricada respecto a las hipotecas tradicionales es que las primeras serán hipotecas autopromotor.
¿Cómo es una hipoteca autopromotor?
Las hipotecas autopromotor son hipotecas diseñadas para que el particular vaya construyendo su propia casa en lugar de comprarla una vez que ya está hecha. En las hipotecas autopromotor el banco no nos hará entrega de todo el dinero de una sola vez. En este caso, el dinero que nos presta el banco nos lo va dando a medida que las obras avanzan.
Así mismo, en las hipotecas autopromotor es muy habitual que exista una carencia parcial de la hipoteca durante los primeros 36 meses (aunque el tiempo puede variar de una hipoteca a otra). Esto significa que, durante el tiempo de la carencia, solo pagamos al banco las cuotas correspondientes a los intereses del préstamo, por lo que el dinero prestado (el capital) no tendremos que empezar a devolverlo hasta bien avanzada la vida de la hipoteca.
Esto permite reducir los gastos que supondría la hipoteca durante el tiempo que dura la construcción de la hipoteca, lo que puede ser de gran ayuda si, por ejemplo, también tenemos que pagar un alquiler durante el tiempo que dura la construcción de la casa.
¿Qué requisitos debe cumplir una vivienda prefabricada?
Antes de pedir una hipoteca para casa prefabricada hay que tener en cuenta que no todas las casas prefabricadas se ajustan al perfil que buscan los bancos. En este sentido, hay que distinguir entre casas inmuebles y casas muebles (o móviles).
Los bancos solo conceden hipotecas para una casa prefabricada si esta está considerada legalmente como un inmueble. Es decir, si construimos una casa prefabricada que tenga la categoría de vivienda móvil, el banco no nos concederá la hipoteca.
Para que una casa prefabricada sea considerada como bien inmueble debe cumplir las siguientes características o requisitos:
Además del propio terreno, este debe contar con unos cimientos en los que la vivienda esté anclada y permanezca inmóvil.
El terreno donde se ubica la vivienda debe ser un terreno urbano.
El proyecto debe contar con la licencia municipal de construcción y cumplir con todas las normativas particulares de la localidad en la que se ubica.
El proyecto debe ser realizado por un arquitecto.
La vivienda debe ser registrada en el Registro de la Propiedad.
Por otro lado, hay que tener en consideración que las hipotecas que conceden los bancos suelen establecer un importe mínimo de al menos 50.000 euros. De este modo, si el proyecto de la vivienda no supera este precio, es muy probable que el banco no nos ofrezca una hipoteca para casa prefabricada.
En su lugar, es probable que nos recomiende decantarnos por un préstamo personal en vez de por una hipoteca.