Crecen los pequeños ahorradores interesados en invertir en vivienda: cómo acertar con la compra

Es buen momento para invertir si se elige bien la propiedad y se necesita poca financiación bancaria

La vivienda se ha reforzado en los últimos meses como uno de los grandes refugios de los inversores ante un escenario de incertidumbre. Un interés que, lejos de tocar fin, cada vez va a más.

Se está detectando un incremento de pequeños ahorradores interesados en invertir en vivienda, como consecuencia de la pérdida de poder adquisitivo provocada por la elevada inflación y las malas previsiones económicas para los próximos meses.

La escalada de los precios «está teniendo múltiples efectos en las economías domésticas. En el peor de los casos, poniendo a las familias en una situación muy complicada a la hora de hacer frente a todos sus gastos. En otros casos menos serios, devorando el ahorro de los españoles. Y aunque las entidades bancarias están comenzando a mejorar ligeramente las rentabilidades de los depósitos, el particular que hoy tenga unos ahorros de 10.000 euros en el banco, en el plazo de cinco años habrá perdido hasta 3.000 euros de su valor».

La inversión en vivienda nos permite proteger los ahorros de la inflación a través de un activo real, que no tiene la volatilidad, ni exige el nivel de conocimientos de otro tipo de inversiones. Y, si a esto le añadimos la rentabilidad del alquiler, posiblemente la inversión en vivienda sea una de las mejores opciones.

Consejos al invertir ahora en vivienda

Pese a  que la vivienda es actualmente una de las mejores alternativas de inversión para proteger los ahorros, también recuerda que conviene analizar bien la operación antes de llevarla a cabo.

Una de las claves para acertar con la compra es que el comprador cuente con ahorros y no necesite financiar más del 60% de la propiedad. Es decir, que los inversores se endeuden lo menos posible.

“El consejo que daría a todo comprador es que valore de forma realista si un futuro incremento de los tipos de interés puede repercutir muy negativamente en su situación financiera, y analice si prefiere comprar ahora, a los precios actuales, o esperar a ver si bajan, aunque tenga que pagar intereses más altos. La clave está en el nivel de ahorro existente.

El segundo factor a tener en cuenta es la ubicación del inmueble «y si sus características se adecúan a la demanda del mercado de alquiler de la zona«. En concreto, conviene «elegir una propiedad apta para diversos tipos de inquilinos: para un arrendatario de larga duración, para el estudiante que alquila por nueve meses, o incluso que la propiedad sea apta para el alquiler turístico o su uso como oficina». Es fundamental «evitar los activos en edificios con una construcción o mantenimiento deficiente, que siempre complicarán su salida al mercado».

Respecto a la tipología de vivienda,  «la vivienda más demandada por el pequeño ahorrador es un apartamento, preferiblemente de un dormitorio, bien ubicado, y sin gran interés por que vaya acompañado por una plaza de garaje».

Otra de las recomendaciones es «negociar bien las cláusulas de revisión de la renta del contrato, teniendo en cuenta la inflación y enfrentarlos con los costes asociados al mantenimiento de una propiedad», así como acudir a un profesional en busca de asesoramiento. «Comprar una vivienda es una operación importante y que condicionará nuestra salud financiera durante años,  un profesional inmobiliario puede hacer más sencillo y exitoso el proceso”.

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