En la planificación está el éxito
Tómate tu tiempo y no esperes al último momento. Saca los adornos, revisa lo que tienes y lo que te falta; tira lo que esté roto. Piensa que en Navidad nada es suficiente y nada sobra, siempre puedes rellenar más el árbol, usar un adorno para un rincón, sacar partido de la terraza… Aprovecha el fin de semana (el del 5 de diciembre es perfecto para ello), así podrá colaborar toda la familia y pasaréis un rato muy agradable.
Lleva su espíritu a toda la casa
No te limites a colocar el árbol y a decorar la chimenea (los dos básicos), la Navidad debe llegar a todos los rincones de tu vivienda. Desde la entrada, todo debe transmitir un espíritu festivo y especial. Coloca un adorno en la puerta y un detalle en el recibidor. Acuérdate de las ventanas, las paredes y los rincones, como el que está bajo la escalera, y pon cintas, una vela, un jarrón… Los dormitorios y el baño, también existen. Dales pequeñas pinceladas navideñas que te envuelvan en una atmósfera apacible y agradable.
Ese espíritu que habla de reuniones familiares, encuentros alrededor de la chimenea, sonrisas y esperanzas. Mientras llega, pon en marcha todos tus preparativos.