Como dicen “la primera impresión es la que cuenta”, y los colores son los primeros encargados de provocar ese impacto positivo en el potencial inquilino o comprador en su visita.
En el mercado inmobiliario se utiliza una técnica llamada Home Staging, que consiste en mejorar el aspecto de una vivienda para venderla. Esto NO es lo mismo que decoración, y tiene algunos recursos que tú también podrás llevar a cabo fácilmente. En este sentido la pintura y los colores tienen vital importancia.
El color según el perfil de potenciales compradores
Por ejemplo si pretendes alquilar un apartamento para estudiantes, deberías usar blanco, pero con toques de colores intensos, naranjas rojos, verdes, amarillos. Lo puedes hacer en los almohadones, un cuadro o una pared. Los jóvenes gustan de ambientes luminosos, minimalistas y con detalles que los hagan ver dinámicos y modernos.
Por otra parte, las personas de mayor edad prefieren los tonos neutros, beiges, las tonalidades pastel, los ambientes con apariencia cálida, y algunos tonos azulados.
También el color depende de la arquitectura y del estilo del inmueble. Tal vez los tonos suaves no sean malos para una construcción clásica. Y en un loft los colores intensos no deben ser descartados.
Cómo influye el buen estado de la pintura
El recubrimiento que todo interior necesita, la pintura tiene la particularidad de renovar las paredes, techos, puertas y ventanas. Con ella se eliminan manchas, grietas, rastros de una vida pasada, haciendo que los ambientes luzcan renovados. Por eso debes pintar.
Además un inmueble con pintura nueva crea la sensación de buena conservación, y los colores que elijas son muy importantes. El color y la pintura tienen que hacer que el ambiente se vea amplio, agradable y que les permita a los interesados hacerse una idea de cómo sería su vida en el lugar.
Por qué debes usar el color blanco
Con el Home Staging, al contrario que con la decoración, se pretende crear un ambiente impersonal, haciendo que se vea más agradable para la mayor cantidad de gente, no para uno. Y justamente el blanco es el color más impersonal y neutral que existe. Es el lienzo que le permitirá al comprador planificar los futuros colores, la distribución de sus muebles y los detalles que guste.
Además el color blanco brinda impresión de limpieza, otra característica que tiene que tener una vivienda ofrecida para la venta. Y como si fuera poco potencia la luz, fuente creadora de buenas sensaciones y amplitud en los interiores.
Tonos neutros, pastel y un poco de colorido
No todo es blanco, también tienes la opción de pintar en otros colores, sin dejar de lado al primero. El color debe ser usado para crear los efectos adecuados hacia los futuros clientes. También se puede sumar un poco de colorido para hacer de cada rincón un lugar atractivo visualmente.
Los grises suaves y cremas tienen similares efectos que el blanco. Y sobre la base del neutro deberías aportar calidez y cierta información mediante el uso de otros tonos en los detalles.
Los colores pastel se perciben calmos o tranquilos. Aunque para algunos pueden resultar sosos, no generan emociones contraproducentes de rechazo, fatiga o nerviosismo.
No menosprecies la iluminación
En la mayoría de los casos, los interiores no son luminosos y agradables como en las revistas. En la realidad hay sectores oscuros y sombras que afectan a la buena apariencia y no lucen bien. Para mejorar esto:
- Usa lámparas en rincones ensombrecidos, esquinas, pasillos o debajo de la escalera.
- Coloca cortinas vaporosas, ultra-livianas y blancas para mejorar la entrada de la luz natural.
- Utiliza luz blanca, en lugar de luz cálida, en todas partes.
La primera impresión es fundamental, por eso el buen estado del inmueble creará mayor interés en el potencial inquilino o comprador desde el comienzo.