cuando compro su humilde hogar y los cambios que había realizado.
Recuerdos felices de la ampliación de la vivienda a 4 dormitorios, un aseo, baño, salón-comedor y cocina.
Pensamientos de cómo fue evolucionando el resto de la casa familiar, con un patio tranquilo en el cual construyo otro salón-cocina, cuarto de lavadero y para sus más preciados compañeros….., el cuarto de sus herramientas.
Recuerda la llegada de su primer nieto, con alegría, le instalo una humilde piscina para que durante los días de calor se pudiera refrescar y divertir.
Pasaban los días y con ello los cuidados del resto, 4.400 m2 de finca, con numerosas plantas, árboles y olivos.
Un buen día pensó, voy a crear un rincón armónico..con agua, peces, y dio vida, un pequeño estanque.
El abuelo, sabio y paciente pensó en como poder disponer de más espacio para el resto de su familia y empezó a construir otra vivienda de 100 m2 para ellos, pero las fuerzas le fallaron y no pudo terminarla.
El abuelo, dar rienda a su imaginación y piensa en lo felices que han vivido y reflexiona que quizás otra familia pueda disfrutar de su vivienda, como él lo ha hecho.
